En los últimos años, hemos traído las coyotas a los Estados Unidos, donde han sido recibidas con entusiasmo por la creciente población de inmigrantes mexicanos y por aquellos que han desarrollado un gusto por la auténtica cocina mexicana. Esta migración de tradiciones culinarias es un testimonio del intercambio cultural y la diversidad que caracterizan la experiencia estadounidense. El arte de hacer coyotas ha evolucionado, agregando sus propios toques únicos, sin dejar de ser fiel a la esencia del sabor tradicional de Sonora.
La contribución de Sonora al mundo culinario se extiende más allá de las coyotas. Es la cuna de la icónica tortilla de harina, que se ha convertido en una parte esencial de la cocina mexicana y tex-mex. Además, su reputación de producir trigo de primera clase subraya su importancia en el panorama agrícola mundial. A medida que los tesoros culinarios de Sonora continúan dejando su huella en los Estados Unidos, enriquecen el tapiz de la cocina estadounidense con sus sabores e historia únicos, fomentando una apreciación más profunda de la diversidad cultural y gastronómica que esta vasta nación tiene para ofrecer.